domingo, 27 de noviembre de 2011

Nunca encontrarás la salida.

Dejarse llevar suena demasiado bien, a veces no lo puedo evitar, me cuesta ser yo misma y caminar recto por mi camino. Las influencias, tanto buenas como malas, me arrastran hacia el bosque que me rodea, no tengo ni idea de lo que puede ocurrir. 
Apenas un susurro me llama entre los árboles en un momento de debilidad y camino hacia allí sin remedio, sin poder evitarlo, es casi como un acto reflejo, y cuando doy cuenta de mi error estoy sola y perdida en el bosque.

                                             
                                                     Nadie puede salvarme de mí misma. 

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Pensamientos en voz alta